Busco el infinito
con mi mirada,
surco el cielo imponente.
Millones de estrellas
balizan el camino.
Imagino la eternidad
como un sueño
donde mi esencia se evapora.
HORUS
Cuentos, relatos, poesías e imágenes son expresiones de sensaciones y sentimientos.
jueves, 10 de diciembre de 2009
lunes, 5 de octubre de 2009
ABISMOS
Viajo en caida libre
flotando,
intuyendo llegar al fin
del abismo
cuando,
un nuevo abismo,
se abre
y al final de ese
otro abismo que me devora,
y otro abismo
y otro final
en sucesiones infinitas
de abismos
de vacios
de suicidios.
HORUS
flotando,
intuyendo llegar al fin
del abismo
cuando,
un nuevo abismo,
se abre
y al final de ese
otro abismo que me devora,
y otro abismo
y otro final
en sucesiones infinitas
de abismos
de vacios
de suicidios.
HORUS
sábado, 6 de junio de 2009
PROFITEROLES
Llevaba pocos días en el restaurante del prestigioso hotel de campo Patagonia Inn, de repente Franco escuchó un maullido, inmediatamente se dio cuenta del anárquico funcionamiento del depósito y la cocina. Vislumbrando las torres de platos, vajilla, instó a sus colaboradores a poner más énfasis en el orden y la limpieza; sus ayudantes oficiales observándose mutuamente, escondieron sus irónicas sonrisas ante el planteo del jefe.
El restaurante, a través de los años, obtuvo gran prestigio. Allí llegaban desde la ciudad misma, clientes atraídos por la excelente carta, y más ahora que los habitué estaban ávidos por conocer las innovaciones del nuevo chef.
Empuñando una sartén, saltando sobre el fuego echalotes, dados de carne de jabalí, hierbas frescas y tomate concasse, daba rienda suelta a su creatividad, cuando por el vidrio de la puerta que comunica con el salón la ve ingresar, se quedó petrificado.
La bella mujer, sola, se ubicó en una mesa junto a la ventana. Franco le informó al maître que él mismo prepararía los pedidos de esa mesa.
Una copa de jerez, gentileza de la casa, raviolones de cordero con salsa de setas, y de postre profiteroles rellenos con crema helada.
Alquimia creativa, con cada ingrediente incentivaba sus recuerdos junto a ella. Para la elaboración del postre recurrió a su gaveta, donde guardaba celosamente exóticos ingredientes que utilizaba en ocasiones especiales.
El postre estaba listo, artísticamente presentado sobre plato de porcelana, se veía tan imponente y deslumbrante como una hermosa joya.
El encargado de llevar los profiteroles a la mesa, le comunicó a Paloma que el chef deseaba saludarla personalmente; la dama aceptó complacida mientras saboreó el primer bocado.
Acudió a la mesa, beso su mano formalmente, ella quedó helada, no salían palabras de su boca, se acercó y al oído le susurró;
-¿Después de 10 años, seguís siendo alérgica al cacao de Indonesia?
Catorce segundos después cae sobre la mesa, con ausencia de todo signo vital. Los asistentes presenciaron atónitos el espectáculo, mientras Franco se quitó el delantal, y lo arrojó con desprecio sobre la mujer, al mismo tiempo que salió caminando por la puerta principal, ignorando el ruido de vidrios rotos, producto de la caída de copas.
Ya solo, por la calle empedrada, recordó el abandono, pero saboreó su propio plato, el que se come frío.
Horus
2008
El restaurante, a través de los años, obtuvo gran prestigio. Allí llegaban desde la ciudad misma, clientes atraídos por la excelente carta, y más ahora que los habitué estaban ávidos por conocer las innovaciones del nuevo chef.
Empuñando una sartén, saltando sobre el fuego echalotes, dados de carne de jabalí, hierbas frescas y tomate concasse, daba rienda suelta a su creatividad, cuando por el vidrio de la puerta que comunica con el salón la ve ingresar, se quedó petrificado.
La bella mujer, sola, se ubicó en una mesa junto a la ventana. Franco le informó al maître que él mismo prepararía los pedidos de esa mesa.
Una copa de jerez, gentileza de la casa, raviolones de cordero con salsa de setas, y de postre profiteroles rellenos con crema helada.
Alquimia creativa, con cada ingrediente incentivaba sus recuerdos junto a ella. Para la elaboración del postre recurrió a su gaveta, donde guardaba celosamente exóticos ingredientes que utilizaba en ocasiones especiales.
El postre estaba listo, artísticamente presentado sobre plato de porcelana, se veía tan imponente y deslumbrante como una hermosa joya.
El encargado de llevar los profiteroles a la mesa, le comunicó a Paloma que el chef deseaba saludarla personalmente; la dama aceptó complacida mientras saboreó el primer bocado.
Acudió a la mesa, beso su mano formalmente, ella quedó helada, no salían palabras de su boca, se acercó y al oído le susurró;
-¿Después de 10 años, seguís siendo alérgica al cacao de Indonesia?
Catorce segundos después cae sobre la mesa, con ausencia de todo signo vital. Los asistentes presenciaron atónitos el espectáculo, mientras Franco se quitó el delantal, y lo arrojó con desprecio sobre la mujer, al mismo tiempo que salió caminando por la puerta principal, ignorando el ruido de vidrios rotos, producto de la caída de copas.
Ya solo, por la calle empedrada, recordó el abandono, pero saboreó su propio plato, el que se come frío.
Horus
2008
martes, 2 de junio de 2009
REENCUENTRO
Atormentada, pero decidida, emprendió la marcha; durante la misma imágenes como fotogramas que mostraban a Jorge en plenitud, se encendían y apagaban en su cabeza, como luces de neón en marquesinas porteñas. Difícil vivir sin él, compartieron infancia, adolescencia, adultez, el amor de su vida.
Surcó la playa perpendicularmente al mar, el agua por los tobillos, por las rodillas, por la cintura, la movilizaba un solo objetivo, el reencuentro.
Imprevistamente un perro se interna en el mar a puro ladrido, la despabila, la vuelve en sí, detiene su marcha, se acerca flotando y con sus dientes sujeta la ropa de Cinthia moviendo la cabeza indicando la salida.
Llorando, exhausta se tiro en la arena, el perro la acompaño, no se separo un instante. Emprendió el regreso acompañada, en la puerta de su casa decide adoptarlo.
El can se movía por los ambientes con total familiaridad, como si siempre hubiese vivido allí, por la noche se acomodó en el lugar libre de la cama, esperando que ella se durmiera.
Una tarde apacible, decide caminar las tres cuadras que la separan de la playa, para tomar un descanso leyendo un libro mientras tomaba unos mates. Durante el trayecto tomo nota como los últimos días los sueños tormentosos desaparecieron, la angustia cesaba poco a poco y como una mascota adoptada azarosamente enarbolaba orgullosa el mote de “mejor amigo del hombre”.
Sobre la templada arena, y a pesar de la calidez de los rayos solares, un escalofrío recorrió su espalda. Cinthia y el perro se miraron, fijamente a los ojos.
- ¡Cortala! ¿Sos vos? aunque sea decime guau para saber, así me quedo más tranquila carajo!
- ¡Guau!
Los ojos se encendieron, como riendo. Tirados en la playa quedaron mirando el mar.
HORUS
2008
Surcó la playa perpendicularmente al mar, el agua por los tobillos, por las rodillas, por la cintura, la movilizaba un solo objetivo, el reencuentro.
Imprevistamente un perro se interna en el mar a puro ladrido, la despabila, la vuelve en sí, detiene su marcha, se acerca flotando y con sus dientes sujeta la ropa de Cinthia moviendo la cabeza indicando la salida.
Llorando, exhausta se tiro en la arena, el perro la acompaño, no se separo un instante. Emprendió el regreso acompañada, en la puerta de su casa decide adoptarlo.
El can se movía por los ambientes con total familiaridad, como si siempre hubiese vivido allí, por la noche se acomodó en el lugar libre de la cama, esperando que ella se durmiera.
Una tarde apacible, decide caminar las tres cuadras que la separan de la playa, para tomar un descanso leyendo un libro mientras tomaba unos mates. Durante el trayecto tomo nota como los últimos días los sueños tormentosos desaparecieron, la angustia cesaba poco a poco y como una mascota adoptada azarosamente enarbolaba orgullosa el mote de “mejor amigo del hombre”.
Sobre la templada arena, y a pesar de la calidez de los rayos solares, un escalofrío recorrió su espalda. Cinthia y el perro se miraron, fijamente a los ojos.
- ¡Cortala! ¿Sos vos? aunque sea decime guau para saber, así me quedo más tranquila carajo!
- ¡Guau!
Los ojos se encendieron, como riendo. Tirados en la playa quedaron mirando el mar.
HORUS
2008
lunes, 25 de mayo de 2009
ENCANDILADO
miércoles, 29 de abril de 2009
CONTEMPLACION
Desde el balcón contemplando
El profundo cielo,
Imaginando confines
Incapaz de mensurar
Límites volátiles.
Miradas provenientes
De lejanos balcones
Edificados en astros no descubiertos
Se cruzan con la mía.
Insignificante existencia
Ante la magnitud del todo,
Y la nada.
Armando futuros
Sin tiempo,
Con todo el tiempo.
HORUS
2009
viernes, 24 de abril de 2009
lunes, 20 de abril de 2009
LA PRESA
Ensayó una pirueta esquivando las baldosas rotas. La luna se multiplicaba en cada adoquín húmedo.
Al final de la calle, una niebla que marcaba límites como un biombo.
Caminó en busca de su presa, pasatiempo nocturno, la divisó caminando raudamente en la vereda opuesta. Iba con paso audaz, tacones que marcaban la diferencia, pollera mínima y escote generoso. Su cabellera amarilla insinuaba un sol de medianoche.
Se cruzó, intentando sorprenderla la avanzó, ella no se amilanó, por el contrario si hasta insinuó una mueca de felicidad. La empujo dentro del zaguán de una vieja casa. Un aullido rompe el silencio.
Con su lengua limpió los labios, seguía saboreando, se alisó la ropa y como si nada sigue su camino, mientras la última gota de sangre cae desde su colmillo para perderse entre sus senos.
HORUS
2008
jueves, 16 de abril de 2009
lunes, 13 de abril de 2009
LA VISITA
Abrió la puerta de la bóveda y se animó a salir. El resplandor de la luna rebotaba en el encaje, la cabellera rubia le llegaba hasta la cintura; guiada por sonidos que solo ella podía percibir se acercó a la vieja casona.
Cuando el reloj dio la duodécima campanada, empujó la puerta del dormitorio y se acomodó en el cuerpo despreciado y maltratado por el tiempo.
HORUS
2009
sábado, 4 de abril de 2009
EL VUELTO
El botones traspaso la puerta, apoyo las maletas en la habitación y le entregó la tarjeta de acceso. Ignacio le retribuyó generosamente la atención. Inmediatamente suspiró se sintió cómodo, como en su casa y sobre todo muy seguro.
El mal tiempo hizo que el viaje no haya sido lo suficientemente placentero. En otras circunstancias no hubiese dudado en postergar el viaje.
Tiró el saco sobre el sillón de la suite emperador del prestigioso hotel “Blue see”. A través del ventanal podía apreciar como nadie la península y como el mar incitado por feroces ráfagas golpea contra los muelles atiborrados de veleros que enloquecen como aquellos barquitos de papel que de chico tiraba junto al cordón de la vereda, después de la lluvia.
Se cercioró que en el frigobar hubiese suficiente bebida, llamó a la conserjería e indicó que a las 20 hs. le lleven abundante variedad de frutas y quesos y que bajo ningún motivo fuera molestado.
Encendió el plasma, en los canales internacionales daban cuenta de la crisis financiera, de la caída de las bolsas, la quiebra de bancos y las incipientes medidas de los gobiernos para evitar la hecatombe.
Recostado en la cama, abre su notebook y se conecta por Messenger con su hija. Le avisa que ya había llegado y estaba instalado y que por la noche la llamaría por teléfono.
Suena el teléfono de la habitación, desde conserjería avisan que están subiendo las frutas y quesos solicitados. Instantes después golpean la puerta y cuando abre.
- “¡Hola Nachito! ¡Que sorpresa encontrarte acá. Vinimos a cenar contigo”
Ignacio queda mudo, ni siquiera se alteró su respiración.
- “¿Cómo estas?” – y le da un beso en la mejilla- “¿No te acordás que hoy nos teníamos que encontrar. Perdóname que no te presenté a mis socios: Pino y Salvatore. Ven, vamos a sentarnos a la mesa”.
El que hablaba era Enzo, prolijamente vestido con pantalón, camisa, pañuelo al cuello y saco.
-“¿Te olvidaste que hoy arreglamos la devolución de lo mío? ¿o viniste a Punta del Este a buscar la plata y te estamos sacando tiempo?. Perdóname que sea tan descortés, ¿Cómo esta mi sobrina?
- “Bien”- murmuro Ignacio.
- “La voy a llamar” – agarra el teléfono, pone el altavoz y llama. “Hola Florencia, habla el tío Enzo”
- “Hola, ¿Cómo estas tío?”
-“¿Tu marido donde anda?”
- “Tuvo que viajar de urgencia a Chicago, lo mandó la empresa urgente para allá”.
- “¡Que pena! tenia que mandarle unas cosas, ¿te las puedo mandar más tarde? son unos contratos de unas empresas mías, para que Nachito me haga un análisis”
- “Si tío, mándalos, al regreso se los doy”
- “Unos chicos de la oficina te lo llevan en un ratito”
- “Dale, lo espero, un beso a la tía”
- “Otro para vos y los chicos. Si hoy hablas con él, decile que no se olvide de lo mío”, cortó y miro a Ignacio, que estaba inmutable.
- “¿Mi sobrina es cómplice o boluda? ¡Bah! no importa, ya lo voy
averiguar” – reflexiona en voz alta mientras come unas uvas
- “Nunca te conté que este hotel es mío, Esta a nombre de una sociedad
francesa, por una cuestión de impuestos viste.
Se sirve Campari y agrega
- “Bueno, me tenias que dar cuarenta millones de dólares, eso me prometiste hace cuarenta y cinco días. Vos sabes que la plata no es toda mía y el Néstor se pone nervioso. Sea como sea, hoy va a ser el último día que hablamos de este tema. Si no vas a poder cumplir con tu promesa, de alguna manera me vas a tener que pagar. ¿Tenés la plata?
- “Dame unos días por favor”
- “Lo mas fácil es hacerte boleta ahora, por estúpido y que nunca nadie
sepa de vos. Te registraste con otro nombre, no hay registro en la frontera porque viniste en lancha desde Carmelo” – come más uvas – “Pino, servite un vermouth. Entonces ¿no hay solución Ignacio?”
Pino y Salvatore se ubican de pie, copa en mano, a ambos lados del sillón que ocupa Ignacio.
Vuelve a tomar el teléfono y llama:
- “Andá al country, decís que vas de parte mía, cuando llegues llámame”
Seis hombres llegan a la casa de Ignacio en el country con Florencia y los dos hijos adolescentes dentro.
Suena el teléfono de Enzo, le avisan que ya están dentro.
- “Encendé la computadora, vamos a hacer una video conferencia”- le ordena Enzo a Ignacio
Se ve a través de la pantalla a Florencia, sus hijos Sabrina y Gerardo atados y amordazados.
- “¿Tenés mi dinero? - Insiste Enzo
- “Para mañana, te lo juro”, suplica Ignacio
- “Ya. Ahora y acá. Dije que este tema lo termino hoy, te di mas de un mes para que cumplas y no lo hiciste.
- “Por favor, Enzo”
- “Chicos que empiece el show”, y se sentó cómodamente a ver por la pantalla lo que acontecería en la casa del country.
Ante la mirada impotente de Ignacio, los visitantes comienzan a manosear a Florencia y su hija, le arrancan la ropa y comienzan un
feroz ataque sexual a los tres, los sodomizan, y son objeto de todo tipo de vejaciones, hasta quedar sin fuerza para llorar.
Ignacio estaba obligado a mirar. No tenía reacción sobre lo que estaba presenciando, y ni si quiera podía insultar, la culpa lo estaba matando.
-“Muchachos, ¿estaban buenas las chicas? y el pibe ¿estaba bueno? se comieron un pebete”, festejó Enzo
- “No era un pebete fresco, alguien lo había mordido antes”, vociferó uno riéndose a carcajadas.
- “¡Tenés un hijo puto!” – Sonrió – Parece que ni esto te hace devolver lo nuestro. Chicos tráiganme un souvenir de cada uno, y congelado!
- “Como ordene jefe”
Antes de abandonar la casa, saca una navaja y le corta un pezón a cada una de las mujeres y media oreja del hijo.
- “Gracias jefe, la pasamos muy bien”, mostrando la mano llena de sangre con los recuerdos.
- Pino, Salvatore, vamos este boludo no tiene la guita, ahora tampoco tiene familia, bah! al final no me quedó claro si mi sobrina es cómplice o boluda. igual es sobrina de mi esposa, no es mi sangre, sino hubiera sido un deshonor tener una sobrina boluda”
Cerró la puerta de la habitación, Ignacio quedo allí arrodillado, llorando lágrimas secas, maldiciendo su ambición desmedida. Dudando en seguir o partir.
HORUS
2009
El vuelto by Horacio Cabral is licensed under a Creative Commons Atribución-No Comercial-Sin Obras Derivadas 2.5 Argentina License.
Based on a work at deliriohorus.blogspot.com.
Permissions beyond the scope of this license may be available at http://deliriohorus.blogspot.com/2009/04/el-vuelto.html.
El mal tiempo hizo que el viaje no haya sido lo suficientemente placentero. En otras circunstancias no hubiese dudado en postergar el viaje.
Tiró el saco sobre el sillón de la suite emperador del prestigioso hotel “Blue see”. A través del ventanal podía apreciar como nadie la península y como el mar incitado por feroces ráfagas golpea contra los muelles atiborrados de veleros que enloquecen como aquellos barquitos de papel que de chico tiraba junto al cordón de la vereda, después de la lluvia.
Se cercioró que en el frigobar hubiese suficiente bebida, llamó a la conserjería e indicó que a las 20 hs. le lleven abundante variedad de frutas y quesos y que bajo ningún motivo fuera molestado.
Encendió el plasma, en los canales internacionales daban cuenta de la crisis financiera, de la caída de las bolsas, la quiebra de bancos y las incipientes medidas de los gobiernos para evitar la hecatombe.
Recostado en la cama, abre su notebook y se conecta por Messenger con su hija. Le avisa que ya había llegado y estaba instalado y que por la noche la llamaría por teléfono.
Suena el teléfono de la habitación, desde conserjería avisan que están subiendo las frutas y quesos solicitados. Instantes después golpean la puerta y cuando abre.
- “¡Hola Nachito! ¡Que sorpresa encontrarte acá. Vinimos a cenar contigo”
Ignacio queda mudo, ni siquiera se alteró su respiración.
- “¿Cómo estas?” – y le da un beso en la mejilla- “¿No te acordás que hoy nos teníamos que encontrar. Perdóname que no te presenté a mis socios: Pino y Salvatore. Ven, vamos a sentarnos a la mesa”.
El que hablaba era Enzo, prolijamente vestido con pantalón, camisa, pañuelo al cuello y saco.
-“¿Te olvidaste que hoy arreglamos la devolución de lo mío? ¿o viniste a Punta del Este a buscar la plata y te estamos sacando tiempo?. Perdóname que sea tan descortés, ¿Cómo esta mi sobrina?
- “Bien”- murmuro Ignacio.
- “La voy a llamar” – agarra el teléfono, pone el altavoz y llama. “Hola Florencia, habla el tío Enzo”
- “Hola, ¿Cómo estas tío?”
-“¿Tu marido donde anda?”
- “Tuvo que viajar de urgencia a Chicago, lo mandó la empresa urgente para allá”.
- “¡Que pena! tenia que mandarle unas cosas, ¿te las puedo mandar más tarde? son unos contratos de unas empresas mías, para que Nachito me haga un análisis”
- “Si tío, mándalos, al regreso se los doy”
- “Unos chicos de la oficina te lo llevan en un ratito”
- “Dale, lo espero, un beso a la tía”
- “Otro para vos y los chicos. Si hoy hablas con él, decile que no se olvide de lo mío”, cortó y miro a Ignacio, que estaba inmutable.
- “¿Mi sobrina es cómplice o boluda? ¡Bah! no importa, ya lo voy
averiguar” – reflexiona en voz alta mientras come unas uvas
- “Nunca te conté que este hotel es mío, Esta a nombre de una sociedad
francesa, por una cuestión de impuestos viste.
Se sirve Campari y agrega
- “Bueno, me tenias que dar cuarenta millones de dólares, eso me prometiste hace cuarenta y cinco días. Vos sabes que la plata no es toda mía y el Néstor se pone nervioso. Sea como sea, hoy va a ser el último día que hablamos de este tema. Si no vas a poder cumplir con tu promesa, de alguna manera me vas a tener que pagar. ¿Tenés la plata?
- “Dame unos días por favor”
- “Lo mas fácil es hacerte boleta ahora, por estúpido y que nunca nadie
sepa de vos. Te registraste con otro nombre, no hay registro en la frontera porque viniste en lancha desde Carmelo” – come más uvas – “Pino, servite un vermouth. Entonces ¿no hay solución Ignacio?”
Pino y Salvatore se ubican de pie, copa en mano, a ambos lados del sillón que ocupa Ignacio.
Vuelve a tomar el teléfono y llama:
- “Andá al country, decís que vas de parte mía, cuando llegues llámame”
Seis hombres llegan a la casa de Ignacio en el country con Florencia y los dos hijos adolescentes dentro.
Suena el teléfono de Enzo, le avisan que ya están dentro.
- “Encendé la computadora, vamos a hacer una video conferencia”- le ordena Enzo a Ignacio
Se ve a través de la pantalla a Florencia, sus hijos Sabrina y Gerardo atados y amordazados.
- “¿Tenés mi dinero? - Insiste Enzo
- “Para mañana, te lo juro”, suplica Ignacio
- “Ya. Ahora y acá. Dije que este tema lo termino hoy, te di mas de un mes para que cumplas y no lo hiciste.
- “Por favor, Enzo”
- “Chicos que empiece el show”, y se sentó cómodamente a ver por la pantalla lo que acontecería en la casa del country.
Ante la mirada impotente de Ignacio, los visitantes comienzan a manosear a Florencia y su hija, le arrancan la ropa y comienzan un
feroz ataque sexual a los tres, los sodomizan, y son objeto de todo tipo de vejaciones, hasta quedar sin fuerza para llorar.
Ignacio estaba obligado a mirar. No tenía reacción sobre lo que estaba presenciando, y ni si quiera podía insultar, la culpa lo estaba matando.
-“Muchachos, ¿estaban buenas las chicas? y el pibe ¿estaba bueno? se comieron un pebete”, festejó Enzo
- “No era un pebete fresco, alguien lo había mordido antes”, vociferó uno riéndose a carcajadas.
- “¡Tenés un hijo puto!” – Sonrió – Parece que ni esto te hace devolver lo nuestro. Chicos tráiganme un souvenir de cada uno, y congelado!
- “Como ordene jefe”
Antes de abandonar la casa, saca una navaja y le corta un pezón a cada una de las mujeres y media oreja del hijo.
- “Gracias jefe, la pasamos muy bien”, mostrando la mano llena de sangre con los recuerdos.
- Pino, Salvatore, vamos este boludo no tiene la guita, ahora tampoco tiene familia, bah! al final no me quedó claro si mi sobrina es cómplice o boluda. igual es sobrina de mi esposa, no es mi sangre, sino hubiera sido un deshonor tener una sobrina boluda”
Cerró la puerta de la habitación, Ignacio quedo allí arrodillado, llorando lágrimas secas, maldiciendo su ambición desmedida. Dudando en seguir o partir.
HORUS
2009
El vuelto by Horacio Cabral is licensed under a Creative Commons Atribución-No Comercial-Sin Obras Derivadas 2.5 Argentina License.
Based on a work at deliriohorus.blogspot.com.
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lunes, 30 de marzo de 2009
POKER
Los habitantes de esas islas negras se mostraron muy felices al recibir el contingente de turistas. Fueron, por vez primera, anfitriones durante el transcurso de un torneo promocional de poker, que se desarrolló allí.
Solamente eran 5 participantes, interesados en ganar dinero, que llegaron luego de haber recibido una oferta fabulosa: viaje, estadía, todo pago, apuestas sin dinero.
Entre ellos se destacó la atractiva Marite, quien enfundada en un Dolce Gabana, colorado, se ubico justo en el centro, dejando a ambos lados dos contrincantes, y frente a ella el crupier un gordo pelado de ojos celestes.
Se sintió como caperucita en un bosque sin lobos. Todos estaban más atentos al pronunciado escote que a las cartas que recibían, y naturalmente, saco partido de la situación. En ningún momento sintió temor de los daños que ocasionó a su imagen este viaje y su accionar.
La noche se hizo larga, pero sobre todas las cosas divertida, abundantemente regada por champagne y whisky irlandés, ya ese pestañeo somnoliento se hizo presente en todos, estaba amaneciendo, y ahí mismo se decreto el campeón, mejor dicho la campeona, soltando sobre el paño una formidable escalera real.
Feliz, con su cheque por $500.000, regresó a Buenos Aires, solamente cargando el bolso de mano que había llevado, desde Ezeiza llamó a Carmela.
-Misión cumplida, ¿me esperas en la entrada? Llego en media hora.
-Dale.
-¡Volvió Marite!, gritó un pequeño de no más de 5 años, desde la puerta los chicos que estaban tomando el mate cocido, salieron disparados a abrazarla.
Mientras compartían unos mates con Carmela coordinadora del comedor, llega la Madre Lucía, superiora del convento, con el cheque en la mano.
-Hermana Carmela, ¿porque me oculto esto?
-Se iba a molestar madre y vio como es la hermana Marite, a ella le gustan los juegos de cartas!
Y sonrieron las tres cómplices, con el alma llena, sabiendo que tendrían fondos suficientes para no cerrar el comedor.
HORUS
2009
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