viernes, 8 de junio de 2012

Encuentro casual


 Sonaba el bis del final cuando ella, apurando el paso, se dirigió a la salida para ganar la calle con la firme intención de tomar un taxi, la salida de los recitales en  La Trastienda solían ser caóticos. En el apuro se tropezó con él que intentaba subirse al único auto disponible en la esquina. Una mirada cómplice fue suficiente para invitarse a compartir el viaje.
 Cuando el taxista preguntó el destino, él acotó que primero dejarían a la señorita.
-         Voy a Palermo, Borges y Guemes- apuntó mirando a su ocasional acompañante.
-         Yo también me bajo por allí- dijo Javier.
 Ángeles, una hermosa morocha ecuatoriana treintañera, llegó a Buenos Aires dos años atrás, cuando la empresa multinacional para la que trabajaba, la nombró encargada comercial para Argentina. Aquí empezó a disfrutar del rock y la pasión de los jóvenes por esta música.  Por eso fue a ese recital, mezclada con gente de todas las edades.
 Javier, un hombre cuarentón de buena presencia, arrastraba muchas frustraciones sentimentales, creía que ya jamás iba a lograr que una mujer se enamorase de él. En su interior envidiaba a sus amigos que tenían esa facilidad para la conquista y que lograban que las mujeres murieran por ellos.
 En el trayecto el diálogo fue amable, ella se sintió halagada por algunos comentarios de Javier y  no dudó en aceptar tomar un café con él antes de llegar a su casa.
 Hicieron parar el taxi en la zona de Plaza Italia, se metieron en un bar que tenía todas las mesas ocupadas, pero no se inquietaron, en pocos minutos se pudieron ubicar. El lugar era acogedor, con buena música, sin estridencias, ideal para la charla.
 Hablaron de sus historias personales, de sus gustos Ella siempre sonriente; él atento y cuidando las palabras para no incomodarla,  no quería perderla. Encontraba en Ángeles, la mujer que podría ser quien cumpliese sus deseos.
 Se sucedieron las tazas de café. Empezaba a terminar la noche con el cielo aclarando, cuando ella sugirió seguir la charla otro día. Como un caballero se ofreció acompañarla hasta su casa. Ella, cuidadosa, le respondió que no era necesario por apenas un par de  cuadras. Él  sintió que perdía una nueva oportunidad, ya en la puerta del bar él le entregó su número de teléfono escrito apurado en una servilleta, ella lo guardó en el bolsillo del jeans.  El rostro de Javier se endureció, esperó reciprocidad aunque trato de no dejar ver su frustración. Salieron caminando en la misma dirección, él la frenó a ella frente a un edificio en construcción, se le acercó como para besarla,  mientras sacaba de su bolsillo una sevillana que sin mediar palabras hundió en el cuerpo de Ángeles, en más de un oportunidad, dejándola caer desangrada.
 Sin inmutarse metió sus manos en el bolsillo y siguió caminando, ahora mucho más aliviado. Por primera vez una mujer murió por él.

Horus
Horacio Cabral. © todos los Derechos de Autor Reservados.



miércoles, 30 de mayo de 2012

Deseo cumplido


Ella era la única de su círculo de amistades que estaba sola, sin amor, por eso deseaba tener como sus amigas, un hombre que le volara la cabeza. Esa noche, despues del clásico encuentro semanal donde todas se contaban hazañas y romances reales y no tan reales, pero suficientes como para generar envidia, llegó a su casa y sin dudarlo busco por internet y encontró lo que necesitaba. Ansiosa cargo los datos de su tarjeta de crédito para contratar los servicios de ese hombre que iba a hacer realidad su deseo. Después de eso se sentó, con una copa de champagne en la mano, comodamente en el living a esperarlo, había acordado que dejaria la puerta sin llave, para que pudiese entrar y sorprenderla.
Tardo menos de una hora en llegar, fue muy efectivo y rápìdo para cumplir su trabajo, ni siquiera le dió tiempo a que ella dudase o se arrepintiera. El disparo fue certero, la bala del magnum .358 ingreso por la nuca y salio por la boca. Ella habia contratado un sicario, que le voló la cabeza.

Horus
Horacio Cabral © todos los Derechos de Autor Reservados.

domingo, 20 de mayo de 2012

Reencuentro




  Cuando recibió el llamado se le iluminó la mirada. Habían pasado más de 20 años desde aquella despedida. Del otro lado de la línea estaba Constanza, pidiéndole volver a encontrarse.

  Fue a principios de los años 80 cuando se conocieron, Hilario había llegado desde su Santiago del Estero natal, buscando oportunidades para vivir, tras de sí había dejado año de pobreza y la muerte de sus padres.

  Al principio fue changarín en el Abasto, luego consiguió empleo en una verdulería en el barrio de Barracas, de la que con el correr de los años sería su dueño.

  Fue allí donde se conocieron. Ella, una muchacha muy culta y de buena familia, escapaba de la rigidez y la rutina familiar cocinando para sus hermanas y amigas, con quienes cada tarde se reunían a tomar el té, mientras charlaban sobre romances ocultos y comentaban las telenovelas vespertinas.

  Él la conquistó con sus buenos modales y, sobre todo, con su humildad. Ella lo deslumbró por su cultura y su sonrisa encantadora. Constanza cada día encontraba motivos par ir a hacer las compras en la verdulería. Hilario esperaba ansioso cada mañana que el reloj marcara las 10, que era cuando ella llegaba.

  Después de mucho vacilar se animó y la invitó a pasear. El primer encuentro fue un paseo por Plaza Italia y una visita al Jardín Botánico, una primaveral tarde de domingo. Para esta salida Constanza contó con la complicidad de sus hermanas para que su padre, un prestigioso jurista, no se enterase, dado que jamás aprobaría una relación con un negrito pobre y verdulero.

  Las trabas impuestas por esta familia patricia, la sumisión de Constanza y el respeto desmesurado de Hilario a las tradiciones que no eran suyas hicieron fracasar el romance. Ella se casó con un joven subteniente, hijo de una familia amiga, recién egresado del Colegio Militar, con quien, debido a su carrera, vivió en diversas ciudades de la Argentina. Él se quedó por siempre en su verdulería.

  En esa llamada sorpresiva acordaron encontrarse en el bar de Sarmiento y Rodríguez Peña, el bar del primer beso.

  Llegado el día, él solo sabía que ella se había divorciado y que tenía tres hijos. Ella sabía que él nunca se había casado. Él estaba nervioso, volvía a encontrarse con el amor de su vida, la ansiedad, los deseos y mil cosas pasaron por su cabeza.

  Se sentaron en la misma mesa, la más alejada de la puerta, se miraron y los ojos de ambos brillaron, se potenciaron, cuando él la recibió con un pimpollo de rosa. Hubo un pequeño racconto del pasado y el corazón de Hilario galopando en su pecho hinchado de emoción. Esperaba este reencuentro, imaginaba un reinicio, para la ocasión, pudo conseguir para perfumarse el viejo Old Spice que a ella tanto le gustaba.

  Constanza volvió para hacerle cumplir un promesa,  En aquellos años, Hilario, le había prometido que haría cualquier cosa, en cualquier momento y ante cualquier circunstancia para evitar que ella sufriera, solo se lo tenía que hacer saber.

  Y allí estaban, él no recordaba esa promesa hasta que ella se lo mencionó, junto con la confesión de que padecía una enfermedad terminal, que le daría mucho sufrimiento y agonía en sus últimos meses de vida. Constanza le vino  a pedir que se haga cargo de dejarla morir.

Horus
Horacio Cabral © todos los Derechos de Autor Reservados.

sábado, 5 de mayo de 2012

Sin tibieza

Sin tibieza.

Estalla la mañana
el sol con sus rayos
invade la oscuridad
del refugio donde me hallo.


Sensaciones vividas
realidades deseadas
busco sin pensarlo
el calor de tu mirada.


Y el sol con sus rayos,
calentara mi fría tristeza
no habrá vida sin corazón,
ni corazón con tibieza.


Horus
Horacio Cabral © todos los Derechos de Autor Reservados.

sábado, 28 de abril de 2012

Camino de ausencias.

Noche de unánimes silencios,

caen rayos de luna a borbotones.

Paseo la soledad por la calle

con el alma llena de moretones.


Recorro un camino de ausencias

imponiendo un pensamiento hostil

¿no ves acaso mujer que me voy,

porque no puedo olvidarme de ti?


Horus

domingo, 1 de abril de 2012

Un pijama y una navaja.

En un tétrico quirófano, sobre la camilla, yacia ella,con su delicado pijama rosa
inmóvil por una potente luz que la encandilaba. Se sentia como un cobayo a punto de ser diseccionado. A su alrededor los secuestradores, sus propios fantasmas, que la observaban regocijandose, sedientos de sangre. Pero ella los sorprendió, no contaban que escondia en su manga, una navaja, con la que les rompió sus atuendos dejandolos vencidos, desnudos, sin sábanas, y ahora también sin lugar donde habitar.

Horus.

Secretaria bilingüe



Tipeo “Secretaria bilingüe full time” así rezaba el título del aviso que Luís inserto en el portal de Internet.
Llovieron los curriculum, e inmediatamente se aboco a las entrevistas. Debía tener elegida a su asistente en pocos días, para comenzar en sus nuevas funciones en la empresa.
Ninguna de las postulantes lo satisfizo, solamente la última, una bella dama, rubia, de excelente presencia y mirada audaz, lo deslumbró y terminó siendo la elegida.
El primer día se desempeñó con soltura, como si toda su carrera, la hubiese desarrollada en ese puesto. Al fin del día Luis la invita a quedarse para acordar metodologías laborales, entre diálogo, sonrisas, se vio envuelto en un arrollador juego de seducción. Sin mediar más la boca de Luis deseo con fervor la de ella. Se acercaban cuando intempestivamente de la boca de la rubia asoman dos largas lenguas, una de ellas se enrosca en el cuello de Luis hasta dejarlo inconsciente mientras la otra lo penetra y comienza a succionar sus órganos.
Con eso se lleno de energía, y partió sin dejar rastros.

HORUS

jueves, 22 de marzo de 2012

Pensamientos




Te dedico mis pensamientos
esperanzado que lleguen a ti
como una extension de mi mano
para acariciarte en el reposo,
y anidarme a tu lado.

Regalame un pensamiento
que llegue a mi como tu mano
para edificar mi animo
en mis noches derrumbado

Que se abracen los pensamientos
de sentidos perturbadores
y que en el calor del universo,
se besen extasiados nuestros corazones.

Horus

domingo, 18 de marzo de 2012

La historia que siempre quise escribir.




Estaba sentado en un bar, en uno de esos bares típicos de Buenos Aires, hipnotizado por mis compañeros de mesa. A mi derecha un señor mayor ciego, sentado muy erguido y con sus dos manos apoyadas sobre el bastón blanco. A mi izquierda una estrella del rock, con su bigote bicolor desprolijamente sentado y fumando.
Cuando desperté, no recordé diálogo entre ellos, pero ese sueño se instaló en mí generando la necesidad de contar esa historia de origen onírico pero muy vivido por mí.
Pasé mucho tiempo imaginando como seria contarlo, como armar un dialogo imaginado que nunca ocurrirá, haciendo confluir fragmentos o frases de sus obras, pero jamás lo logré, encontrar puntos en común para una charla entre Jorge Luis Borges y Charly García es una tarea tan ardua y estéril “como tejer una cuerda de arena o amonedar el viento sin cara” (Ruinas Circulares).
Repentinamente encontré el punto en común que los une, más allá de la nacionalidad o el ser bien porteños ambos. Ese punto en común soy yo.
Seria un irresponsable atrevido intentar un homenaje a ellos con mis precarias palabras, pero, aunque ellos no lo sepan jamás, me acompañan desde mi adolescencia.
Todo comenzó en la segunda mitad de la década del 70, las canciones de Sui Generis expresaban lo que los adolescentes sentíamos, en TV un humorista de moda ganaba sus monedas imitando a un escritor ciego, ridiculizándolo por que no le gustaba el fútbol, mientras, en mi escuela, la magnífica Olga López, profesora de literatura, nos hablaba de Borges invitando a leerlo.
Etapa de búsquedas, quería sentirme reflejado en las canciones de Charly García, mientras empezaba a transitar los laberintos borgeanos imaginándome partícipe de alguno de esos relatos.
No recuerdo que fue lo primero que leí de Borges, pero creo que fue El Aleph, y esa esfera que lo contenía todo o quizás fue El Cautivo con ese niño que de regreso reconoce su lugar solo por el sitio donde había escondido su cuchillito años atrás, o La Intrusa, historia que se desarrolla en mi vecina Turdera., o algún poema, no lo sé, no recuerdo cual fue la primer obra que leí, ni cual será la última que volveré a leer.
Época de los viejos cassettes manejando y cantando los temas de Serú Girán, iba a la casa de quien es hoy la madre de mis hijos. “Quiero ver, quiero entrar nena nadie te va a hacer mal, excepto amarte” dice la letra de Seminare, o cantaba Canción de Alicia en el país, o Viernes 3 AM o Desarma y sangra, o La grasa de las capitales.
Recuerdo tener en mis manos el primer disco solista de Charly García, disco doble Yendo de la cama al living y Pubis Angelical (banda de sonido de la película homónima). Escuchar por primera vez No bombardeen Buenos Aires y ese Hijos de Puta que formaba parte de la letra, nos unía a todos en la rebeldía y el coraje de decir lo que públicamente no se podía decir por la maldita dictadura de entonces.
Los recuerdos surgen caóticos sin orden o acaso ¿para que darle un orden a estas sensaciones y sentimientos?
La primera y única vez que vi personalmente a Borges, fue en la Feria del libro de Buenos Aires, no recuerdo que año, creo que no tenía más de 18 años en ese entonces, Compre un libro de Borges de la económica colección Club de Bruguera, con las últimas monedas de mis bolsillos flacos, él firmaba ejemplares, hice una larga fila, y lo tuve frente a mi, sin tener conciencia de la magnitud del personaje. Un fotógrafo se me acerca y me ofrece retratar el momento en que firmaba mi libro a lo cual me negué. Hoy me arrepiento, no tengo la foto y el libro firmado ya no está en mis manos.
Pasaron más de 30 años desde que empecé a nutrirme de ellos, de sus letras, de la música. Cada vez que vuelvo a recorrer sus creaciones, renuevo mis emociones, Por eso Seminare será por siempre la canción de mi vida, y El Aleph mi libro de cabecera.
Al final no fue un cuento, ni un relato, quizás no sea nada, solo exprese emociones reconociendo mi incapacidad para escribir la historia que siempre quise escribir.

Horacio Cabral
17 – 03 - 2012

jueves, 8 de marzo de 2012

Cobardes



Un hombre cobarde y una mujer poco valiente tuvieron su primer cita. A pesar de tener en claro lo que uno sentia por el otro, ninguno se atrevio a dar el primer paso. Asi murieron con la frustración de no haber dado oportunidad de crecer a ese sentimiento que nacia, y mucho peor aún ninguno supo el sabor de los labios del otro.



Horus

martes, 6 de marzo de 2012

Libertad de elegir




Si en la lejanía
las presencias se ausentan
los colores se destiñen
los sonidos se desvanecen.

Porque
late el corazón mas fuerte
resplandecen los recuerdos
acarician los pensamientos?

A pesar de la hostil distancia
sin condicionantes
de cercanias agobiante
con absoluta libertad
mi corazón vuelve a elegirte
para abrazarte para amarte.

Horus
@CabralHorus

jueves, 1 de marzo de 2012

Microcuento

Matizaba con letras su soledad, cuando el silencio lo aturdió, abandonó el lápiz y el papel. Desde esa noche su poética la empezó a grabar, el sonido del cincel y el martillo sobre el mármol fue una sinfonía, y asi el poeta se convirtió en escultor de sus propios sentimientos.
Horus

martes, 28 de febrero de 2012

Amar y nada más.





Devaluamos su belleza
Adjetivando con hechos
la palabra que representa
el más puro sentimiento.

Podrá ser
todo lo que desees
todo lo vivido
y lo que viviras.

Infructuosamente
desplegamos la imaginación
adornando con prepotencia
lo sentido al amar.

No hace falta
busquedas profundas,
solo tu existencia,
lo demuestra con contundencia.

El amor eres tú,
lo susurran mis latidos,
y te muestran como
esencia fundamental
para que este sentimiento
sea amor y nada más.

Horus

domingo, 19 de febrero de 2012

Renacer


Camino de tu mano
el día y la noche se enamoran
presencia del mar cercano
brisas frescas que susurran.

Estrellas que se encienden
esperando por la luna
iluminadora de pasionales besos
cómplice de deseos que sea aunan.

Lo efímero se hace eterno
lo intangible toma cuerpo
renace el corazón gritando
sentimiento inmortal el nuestro.

Horus

lunes, 6 de febrero de 2012

Ayer, hoy, mañana.



Ayer te anide
en mis letras inspiradas
en mis sueños delirantes
en mis deseos exultantes.

Hoy te encontre
entre mis letras desteñidas
entre mis sueños olvidados
entre mis deseos esfumados.

Mañana...
...te encontraré?

Horus

jueves, 2 de febrero de 2012

Tertulia


La dueña de casa da la bienvenida, apoyando sus labios cálidos sobre mi mejilla susurra
- Pense mucho en ti.
Departiendo sobre libros, poemas e insinuaciones literarias, regamos la velada con martinis, whiskys y ron.
Su delicado vestido, le sentaba como una caricia, su volatil falda dejaba asomar
sus muslos deseables, y su generoso escote, se convirtió en el faro de Alejandria, para mis ojos, haciendo que los otro cuatro invitados desaparecieran de mi entorno.
Acompañandola, en busca de canapes, camino a la cocina me confiesa,
-No me puse ropa interior.
Tras lo cual sentada sobre la mesada, abre sus piernas ofrendando su pubis.
Confundiendo nuestras bocas cada vez mas húmedas, abrí sus escote para pasar mi lengua por sus curvas, con una mano ella dirigió mi cabeza donde su otra mano jugaba, abriendo sus labios dejando su femeneidad a mi merced...
- Es mi fantasía, dijo ella.
- Tu eres mi fantasía, respondí, cuando...

... suena la alarma, Seis de la mañana, hora de ir a trabajar.

Horus
Horacio Cabral © todos los Derechos de Autor Reservados.

martes, 31 de enero de 2012

Volando en susurros.

Volando en susurros,
sus miradas fundidas
en una sola mirada,
los labios sedientos
se suplican un beso,
desaparece el entorno,
colisionan los sentidos
e instintivamente la pasión
funde dos cuerpos
en un movimiento.

Horus

sábado, 28 de enero de 2012

Memorable

Memorable fue ese amor
inspirando literatura fulgurante
que sin importar idioma
marcaron camino a futuros amantes.

No importo si fue breve,
tampoco si solo fue un rasgo,
En una sección de cada corazón
siguieron amando sin hastazgo.

Horus.

jueves, 26 de enero de 2012

Ciclos



Naturalmente mis ansiedades fueron disminuyendo, quizas por el cierre inminente de ciclos qué ilusamente creí eternos, quizas porque nacen nuevas esperanzas, quizás porque se produce dentro de mi un cambio, quizas...
Tantos quizás, como antes tantos porqué. Pase tanto tiempo sin poder ver. Creaba realidades, imposibles de sostener, a partir de ilusiones qué me susurraban al oído y al corazón.
En ese tiempo perdido, fui voz sin sonido, fui poesía sin verso, fui amor sin amor.
Digo Adiós a aquello.
y Bienvenido a mi mismo

Vestida para amar


Tus ropajes como petalos
tus fragancias como jazmines
engalanan con tu presencia
los lugares que camines.

Tu Corazón de latidos fuertes
invita a observar futuros
nunca pasaras desapercibida
y atravesaras todos los muros.

Acompañandote durante el dia,
admirando alguna flor
que tus pensamientos imaginen
palabras bellas, palabras de amor.

Horus

El amor como un ajedrez


Y se encontro inmerso en una estrategia como una pieza dentro de un ajedrez tan
inmenso como el amor que sentía.
No queria reconocer que alguien determinaba los movimientos. Sensaciones que fluyen al ritmo de preguntas que empezaron a incomodarlo
¿podria haber amor, cuando un misero tablero los acota? ¿podria haber amor, donde la estretegia es quien se impone?.
¿Siente amor quien manipula a ejercitos de peones que se inmolan sin màs?
¿Hay amor entre el rey y la dama?
No queria que su amor fuese una partida de ajedrez.
Cuando comprendio el juego era demasiado tarde, ya lo habian derrotado
Le gritaron jaque mate.

Horus

Hechicera

En una mágica pócima
conjugas los deseos
que tu adivinas
sin retaceos.

Amor instantáneo
realzas sentidos
derribando distancias
en vuelos compartidos.

Hechicera de ensueño
que tapizas el camino
con palabras y sin desdeño
llena de amor mi destino.

Horus

miércoles, 25 de enero de 2012

Timidas palabras.

Encontro palabras escondidas

por aquel poeta reprimido.

rimas salpicadas de noche ácida

envueltas en sepulcrales silencios.

Día a día

lágrimas de resentimiento

mojando sus mejillas antes rosadas

la situaban en una realidad nunca deseada.


Su soledad impuesta por un amor fracasado

mordía el pensamiento, vaciaba sus manos.

Azarosamente hallo la causa del fracaso

en esas palabras escondidas

por aquel poeta que la amaba.


Aquel verbo conjugado en futuro

se le quedó colgado del cuello,

y como lazo sigiloso

comienza a cerrar la historia

en un oscuro silencio.



Ana Margarita Pérez y Horacio Cabral
@ana_marga y @cabralhorus

Nota:- El placer de jugar con palabras, de crear y expresar, es infinitamente superior cuando surgen espontáneamente, versos o frases entre dos amigos.

viernes, 20 de enero de 2012

OCASO




OCASO

Anochece y la pesadumbre se apodera de mi.
Desde mi ventana la ciudad, me es ajena.
Mis deseos, se enfrentan con la realidad.
Mis ambiciones se pelean con las distancias.
Las cuatro paredes se me caen encima.
Y no se de ti, y no se de mi.
La frustracion se potencia
entonces el ocaso del dia, se condice
con el definitivo ocaso de mi alma.

Horacio

miércoles, 18 de enero de 2012

Una ilusión en el tiempo.


Emprendió la cruzada por ese amor y ese futuro juntos soñado, a pesar de los miles de kilómetros qué los separan. Pasa el tiempo, la vida se escurre entre los dedos, el futuro se hace difuso, pero el corazón no lo sabe.
En un momento la vida lo golpea, él se sintió abatido, solo y necesitaba una palabra contenedora, de amor o de consuelo, pero no de cualquiera, sino de la mujer amada y quien decía amarlo. Pero, aún enviando señales de su precaría realidad, no la tuvo, y se empezaron a suceder vertiginosas noches sin lunas, envueltas en espesos silencios.
Pero el corazón no sabe, y tampoco va a permitir qué el pobre hombre reconozca que ese inmenso dolor que siente es por amar a alguien qué solo fue una ilusión en el tiempo.

Horus

lunes, 9 de enero de 2012

Cobarde

Ella miraba a traves de la vidriera, cuando entro cruzaron sus miradas,
él encontro en esos ojos mas de lo que podria pretender un dia de trabajo
con clima agobiante.
El tiempo se detuvo, ya ni pensaba en venderle, e imagino que seria una condesa,
una marquesa, alguien con alcurnia, tan joven y radiante, frente a él que se
reconoce como un perdedor.
Sonrisas autenticas, charla enriquecedora, y el producto dejo de ser el motivo, para
ser excusa.
En la despedida, se miraron a los ojos, ella espero un beso, él no se percato
o no se atrevió a tanto, una mujer tan joven y radiante jamàs repararía en él.
Mientras guardando silenciosamente el dolor de saberse un viejo cobarde, se encomienda
al azar o a la bondad de los dioses para volver a verla.

Horus

sábado, 7 de enero de 2012

Otra confesión: Demasiado tarde para amar.



Caminando en la calurosa Buenos Aires, un suave viento agito los árboles,
me envolvió en una brisa que me trajo recuerdos desde miles de kilómetros,
de aquel viaje muy deseado, muy feliz, pero inmediatamente el sabor amargo en mi boca
reconociendo lo dificil de volver a vivirlo.
Momentos despues entre bocado de pizza, imagenes de un televisor emitiendo con el solo de fin de burlar a mi soledad, un vaso de coca cola, y la revelación: Demasiado tarde para amar.
Raras sensaciones, un cóctel donde hay medidas de dolor, realidad, frustración y deseperanza, no es mas que un rotundo baño de realidad, donde las utopias se desmoronan y las ilusiones son inalcanzables.
No se cuando, pero mi corazón se convirtió en un contenedor vacio, abandonado y clausurado eternamente.

Horacio Cabral