jueves, 22 de marzo de 2012

Pensamientos




Te dedico mis pensamientos
esperanzado que lleguen a ti
como una extension de mi mano
para acariciarte en el reposo,
y anidarme a tu lado.

Regalame un pensamiento
que llegue a mi como tu mano
para edificar mi animo
en mis noches derrumbado

Que se abracen los pensamientos
de sentidos perturbadores
y que en el calor del universo,
se besen extasiados nuestros corazones.

Horus

domingo, 18 de marzo de 2012

La historia que siempre quise escribir.




Estaba sentado en un bar, en uno de esos bares típicos de Buenos Aires, hipnotizado por mis compañeros de mesa. A mi derecha un señor mayor ciego, sentado muy erguido y con sus dos manos apoyadas sobre el bastón blanco. A mi izquierda una estrella del rock, con su bigote bicolor desprolijamente sentado y fumando.
Cuando desperté, no recordé diálogo entre ellos, pero ese sueño se instaló en mí generando la necesidad de contar esa historia de origen onírico pero muy vivido por mí.
Pasé mucho tiempo imaginando como seria contarlo, como armar un dialogo imaginado que nunca ocurrirá, haciendo confluir fragmentos o frases de sus obras, pero jamás lo logré, encontrar puntos en común para una charla entre Jorge Luis Borges y Charly García es una tarea tan ardua y estéril “como tejer una cuerda de arena o amonedar el viento sin cara” (Ruinas Circulares).
Repentinamente encontré el punto en común que los une, más allá de la nacionalidad o el ser bien porteños ambos. Ese punto en común soy yo.
Seria un irresponsable atrevido intentar un homenaje a ellos con mis precarias palabras, pero, aunque ellos no lo sepan jamás, me acompañan desde mi adolescencia.
Todo comenzó en la segunda mitad de la década del 70, las canciones de Sui Generis expresaban lo que los adolescentes sentíamos, en TV un humorista de moda ganaba sus monedas imitando a un escritor ciego, ridiculizándolo por que no le gustaba el fútbol, mientras, en mi escuela, la magnífica Olga López, profesora de literatura, nos hablaba de Borges invitando a leerlo.
Etapa de búsquedas, quería sentirme reflejado en las canciones de Charly García, mientras empezaba a transitar los laberintos borgeanos imaginándome partícipe de alguno de esos relatos.
No recuerdo que fue lo primero que leí de Borges, pero creo que fue El Aleph, y esa esfera que lo contenía todo o quizás fue El Cautivo con ese niño que de regreso reconoce su lugar solo por el sitio donde había escondido su cuchillito años atrás, o La Intrusa, historia que se desarrolla en mi vecina Turdera., o algún poema, no lo sé, no recuerdo cual fue la primer obra que leí, ni cual será la última que volveré a leer.
Época de los viejos cassettes manejando y cantando los temas de Serú Girán, iba a la casa de quien es hoy la madre de mis hijos. “Quiero ver, quiero entrar nena nadie te va a hacer mal, excepto amarte” dice la letra de Seminare, o cantaba Canción de Alicia en el país, o Viernes 3 AM o Desarma y sangra, o La grasa de las capitales.
Recuerdo tener en mis manos el primer disco solista de Charly García, disco doble Yendo de la cama al living y Pubis Angelical (banda de sonido de la película homónima). Escuchar por primera vez No bombardeen Buenos Aires y ese Hijos de Puta que formaba parte de la letra, nos unía a todos en la rebeldía y el coraje de decir lo que públicamente no se podía decir por la maldita dictadura de entonces.
Los recuerdos surgen caóticos sin orden o acaso ¿para que darle un orden a estas sensaciones y sentimientos?
La primera y única vez que vi personalmente a Borges, fue en la Feria del libro de Buenos Aires, no recuerdo que año, creo que no tenía más de 18 años en ese entonces, Compre un libro de Borges de la económica colección Club de Bruguera, con las últimas monedas de mis bolsillos flacos, él firmaba ejemplares, hice una larga fila, y lo tuve frente a mi, sin tener conciencia de la magnitud del personaje. Un fotógrafo se me acerca y me ofrece retratar el momento en que firmaba mi libro a lo cual me negué. Hoy me arrepiento, no tengo la foto y el libro firmado ya no está en mis manos.
Pasaron más de 30 años desde que empecé a nutrirme de ellos, de sus letras, de la música. Cada vez que vuelvo a recorrer sus creaciones, renuevo mis emociones, Por eso Seminare será por siempre la canción de mi vida, y El Aleph mi libro de cabecera.
Al final no fue un cuento, ni un relato, quizás no sea nada, solo exprese emociones reconociendo mi incapacidad para escribir la historia que siempre quise escribir.

Horacio Cabral
17 – 03 - 2012

jueves, 8 de marzo de 2012

Cobardes



Un hombre cobarde y una mujer poco valiente tuvieron su primer cita. A pesar de tener en claro lo que uno sentia por el otro, ninguno se atrevio a dar el primer paso. Asi murieron con la frustración de no haber dado oportunidad de crecer a ese sentimiento que nacia, y mucho peor aún ninguno supo el sabor de los labios del otro.



Horus

martes, 6 de marzo de 2012

Libertad de elegir




Si en la lejanía
las presencias se ausentan
los colores se destiñen
los sonidos se desvanecen.

Porque
late el corazón mas fuerte
resplandecen los recuerdos
acarician los pensamientos?

A pesar de la hostil distancia
sin condicionantes
de cercanias agobiante
con absoluta libertad
mi corazón vuelve a elegirte
para abrazarte para amarte.

Horus
@CabralHorus

jueves, 1 de marzo de 2012

Microcuento

Matizaba con letras su soledad, cuando el silencio lo aturdió, abandonó el lápiz y el papel. Desde esa noche su poética la empezó a grabar, el sonido del cincel y el martillo sobre el mármol fue una sinfonía, y asi el poeta se convirtió en escultor de sus propios sentimientos.
Horus