Eran amigas desde la infancia, entre
tantos juegos, como todas las niñas, empezaron a jugar al papá y la mamá, luego
a ser pareja y en esos juegos elegían se turnaban para ver quien cumplía el rol
masculino y el rol femenino. Un día empezaron a darse besos en la
boca, luego frotar sus cuerpos, tal como veían que hacía cualquier pareja, y fluyeron sensaciones
impensadas, eso las asustó y nunca volvieron
a esos juegos.
Con el paso de los años al ver a sus
hijas juntas, entendieron que esa situación erótica que vivieron
con culpa y reprimieron en silencio había sido el inicio de un amor, solo
faltaba saber si estaba vez, sus hijas serían más valientes que
ellas.
Horus
Horacio Cabral
Horus
Horacio Cabral
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