Autorretrato
Soy la bendición de un amor que siempre creí consecuencia de una muerte.
Crecí jugando entre frías cruces y graníticas lápidas, áridos potreros y húmedos empedrados. Sólo.
Cargue la mochila de único nieto varón para perpetuar un linaje barrial, más la culpa de una gestación complicada, como si yo hubiese pedido nacer.
Maldije hasta en lenguas muertas tener apellido de héroe cada vez que sonaba la marcha de San Lorenzo. Toleré con estoicismo el cumplimiento de los preceptos de Sarmiento y la misa dominical, por lo menos esto último me hizo hombre de fe.
Me atreví, me rebele y en un acto heroico, (in)consciente me hice
expulsar del colegio en plena adolescencia.
Putee a los milicos, zafé de Malvinas y lloré cuando vote en el 83. Salté entre universidades y carreras contables que no dejaron nada.
Forme una familia con mi primer amor (que duró hasta mi segunda rebelión) que me dio los mejores frutos de la vida.
Pero ya era viejo... no hubo actitud de revolucionario romántico, apenas un hombre viviendo solo por primera vez en mas de cuatro décadas, aprendiendo a sobrevivir entusiasmado por una pasión no vivida con anterioridad.
Exorcizaba mis pensamientos hostiles, con pinturas berretas y letras
sin rima ni musicalidad, que me hicieron recobrar la memoria.
Entre letras verborrágicas y sin pretensión, intento no ser hipnotizado por susurros del corazón que intenta ferozmente una tercera rebelión.
Horacio Cabral Twitter @CabralHorus
Cuentos, relatos, poesías e imágenes son expresiones de sensaciones y sentimientos.
miércoles, 21 de octubre de 2015
sábado, 10 de octubre de 2015
jueves, 8 de octubre de 2015
Ultimo otoño
Fue una noche de insomnio sin luna el fracasado poeta, a quien las musas abandonaron muchísimo tiempo atrás, da vueltas por su habitación clamando por una rapto de inspiración. Un whisky que no le afloja la mano, un cigarro y el peso de la soledad galopando en su pecho son su única compañía. Ahogado abre la ventana ni siquiera lo acaricia un rayo de luna solo un viento hambriento, fría mano del invierno, lo sacude arrebatándole su última hoja, su último otoño.
Horus
Horacio Cabral
Horus
Horacio Cabral
domingo, 4 de octubre de 2015
Amigas
Eran amigas desde la infancia, entre
tantos juegos, como todas las niñas, empezaron a jugar al papá y la mamá, luego
a ser pareja y en esos juegos elegían se turnaban para ver quien cumplía el rol
masculino y el rol femenino. Un día empezaron a darse besos en la
boca, luego frotar sus cuerpos, tal como veían que hacía cualquier pareja, y fluyeron sensaciones
impensadas, eso las asustó y nunca volvieron
a esos juegos.
Con el paso de los años al ver a sus
hijas juntas, entendieron que esa situación erótica que vivieron
con culpa y reprimieron en silencio había sido el inicio de un amor, solo
faltaba saber si estaba vez, sus hijas serían más valientes que
ellas.
Horus
Horacio Cabral
Horus
Horacio Cabral
jueves, 1 de octubre de 2015
La poesía no es...
La poesía no es menos misteriosa que los otros elementos del orbe. Tal o cual verso afortunado no puede envanecernos, porque es el don del Azar o del Espíritu; solo los errores son nuestros. Espero que el lector descubra en mis páginas algo que pueda merecer su memoria; en este mundo la belleza es común.
Jorge Luis Borges 24 de junio 1969
(del prólogo de Elogio de la Sombra)
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