Matizaba con letras su soledad, cuando el silencio lo aturdió, abandonó el lápiz y el papel. Desde esa noche su poética la empezó a grabar, el sonido del cincel y el martillo sobre el mármol fue una sinfonía, y asi el poeta se convirtió en escultor de sus propios sentimientos.
Horus
No hay comentarios:
Publicar un comentario