jueves, 2 de febrero de 2012

Tertulia


La dueña de casa da la bienvenida, apoyando sus labios cálidos sobre mi mejilla susurra
- Pense mucho en ti.
Departiendo sobre libros, poemas e insinuaciones literarias, regamos la velada con martinis, whiskys y ron.
Su delicado vestido, le sentaba como una caricia, su volatil falda dejaba asomar
sus muslos deseables, y su generoso escote, se convirtió en el faro de Alejandria, para mis ojos, haciendo que los otro cuatro invitados desaparecieran de mi entorno.
Acompañandola, en busca de canapes, camino a la cocina me confiesa,
-No me puse ropa interior.
Tras lo cual sentada sobre la mesada, abre sus piernas ofrendando su pubis.
Confundiendo nuestras bocas cada vez mas húmedas, abrí sus escote para pasar mi lengua por sus curvas, con una mano ella dirigió mi cabeza donde su otra mano jugaba, abriendo sus labios dejando su femeneidad a mi merced...
- Es mi fantasía, dijo ella.
- Tu eres mi fantasía, respondí, cuando...

... suena la alarma, Seis de la mañana, hora de ir a trabajar.

Horus
Horacio Cabral © todos los Derechos de Autor Reservados.

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