Desde adolescente, comenzaba el día leyendo las predicciones de sus signos, de cada uno de los diferentes horóscopos.
Tomaba los buenos augurios, como la energía que acompañarìa su rutina.
Una mañana no hubo vaticinios diferentes. No pudo elegir. Nunca más pudo elegir.
HORUS
lo estoy leyendo!! Que buenos!! Te felicito Horacio, todo un arte lo tuyo!!!!Segui publicando. Un cariño Patri
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