Expone sus miserias,
acosado por oníricos fantasmas
que lo enfrentan con lo indeseable,
dandole un tono confesional,
al relato,
como un condenado
suplicando clemencia.
Lo gris se profundiza,
los nubarrones no se evaporan
se deja caer vencido
resignado por la inutilidad,
de la sin razón del exorcismo
y por el descredito
de su existir.
Horus
¡ENHORABUENA! BUEN POEMA DIGNO DE UN VERDADERO ARTISTA
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