domingo, 16 de enero de 2011

En balcones prestados.

La naturaleza descarga su furia
convertida en agua sobre la ciudad.
Ahogado por mi encierro
y mi propia tormenta quiero salir.

Busco un balcon prestado y
en silencio, me expongo a su inclemencia.
El viento feroz me acerca la lluvia
me salpica, tiemblo.

Veo a lo lejos a traves del agua sin mirar,
y mi cabeza piensa sin razonar.

Se conjugan las dos tormentas
inventando un diluvio final.

Y la lluvia me salpica y tiemblo,
mientras deseo la calma y el sol.

Y la lluvia me salpica y tiemblo
deseando la bendicion del amor.

HORUS
16-01-2011